La mayor decepción de mi vida

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Buenas noches. Me gustaria contaros lo más brevemente posible lo que hasta ayer creía era mi historia de amor. Hace aproximadamente 14 años (ahora tengo 33 años) conocí a una chica, dulce, tímida, cariñosa, noble, etc. de la que me enamoré y con la que empecé una relación sentimental. Fué mi primera relación, y como gran inmaduro en el tema comencé a cometer muchos errores, tales como apartarme de mis amigos, complacerla en todo lo que quería, etc....todo ello fruto de mi inseguridad. Ella no congeniaba con mis amigos, tampoco con mi familia pero yo si con la suya, en definitiva nos fuimos aislando y encerrando en nostros mismos. Además desde el pricipio de la relación teniamos y tenemos problemas sexuales, de manera que nunca hemos llegado a poder culminar la relación, es decir no era posible la penetración. Nos comentaron que no era nada físico, sino psicológico por parte de ella. Pués bien, hace 5 años nos casamos, fue muy bonito menos la noche de bodas que además de no poder hacer nada, tuve que dormir en el suelo porque le molestaba mis movimientos en la cama. Nos fuimos a vivir y trabajar a otra ciudad, en la no teniamos a nadie; primero trabajamos en empresas diferentes y luego en la misma. Y ahora es cuando empiezan los problemas realmente serios: comencé a desarrollar un enfermedad que me imposibilitaba comer, ya que no podia tragar los alimentos. Al principio era puntual, pero muy poco a poco se volvió cotidiano. No podia tener vida social pues era inutil salir a cenar a restaurantes, bares, etc. siempre terminaba vomitando y sin comer prácticamente nada. Me alimentaba a base de batidos, leche, comida triturada, y no siempre era posible. Comencé a realizarme pruebas y más pruebas y no veían nada, decían que era psicológico, de manera que llegue a ir al psicólogo y viendo que no mejoraba me fuí a una clínica muy presitigiosa de psiquiatria donde me dieron un diagnóstico erróneo, de manera que llegué a tomar hasta 13 pastillas al día, para nada. Toda ésta situación agobió mucho a mi pareja, la cuál me dijo que mi familia no estaba respondiendo tal y como la enfermedad se lo merecía, circunstancia que se daba en parte porque yo evitaba que nadie se quedar en mi casa a dormir porque eso le molestaba a mi mujer. Llegué a perdermás de 30 Kg. de peso (de 88 a 56). Gracias a un compañero de trabajo que me derivó a su padre, un prestigioso médico, me detectaron 3 tumores en el esofágo, teniendo que operarme, operación que me supuso perder la mitad del estómago. Posteriormente durante unos 7 meses recibí quimioterapia y radioterapia, con lo que ello supone (cambios de humor, llagas, nauseas, vómitos, perdidas de sabor, picor en el cuerpo, frio, debilidad física, etc.). Durante el tratamiento, prácticamente estube solo, por el tema de que molestaba la presencia de mi familia en mi casa. Con todo ésto, la relación empeoró mucho, yo reprochaba algunas actitudes de mi mujer, ella me decía que no quería estar con un minusválido toda la vida, que ella era muy joven para cargar con algo así, etc. Pasados unos 8 meses del tratamiento, empecé a estar fisicamente muy bién. Comencé a realizar la mudanda del piso de alquiler donde estabamos viviendo, ya que nos ibamos a vivir a un piso que habiamos comprado en su día. De repente entre los papeles, encontré un diario de mi mujer, que por suerte o por desgracia, comencé a leer. Y SORPRESA, vi que hablaba de alguién muy especial, al que amaba como a nunca nadie lo habia hecho, que con el pasaba los ratos más felices, al que decía que dejara a su mujer, etc.....En ese momento, os juro que mi corazón estalló en millones de pedazos, no podia creer lo que estaba leyendo. Llamé a mi mujer por teléfono y se lo dije, vino corriendo del trabajo y me dijo que eso era una tontería que se habia metido en la cabeza, etc. Entonces yo la creí, pero tenia sospechas porque llegué a leer cosas que me hicieron pensar que el contacto fué mutuo e incluso físico. Lo dejé pasar, pero la relación empeoraba día a día, me llega a comentar que no podía dejar de `pensar en el otro, que no sabía con quien estar, que si el otro le hubiera dicho ven, ella casi seguro que hubiera ido. Durante todo este tiempo me daba la sensación de que era yo el que tenia que esforzarme en reconducir la relación. Es entonces cuando me salió un trabajo que me ilusionaba muchísimo pero me suponia cambiar de ciudad. No lo dudé porque pensé en mi y solo en mi, y necesitaba recuperar toda la ilusión perdida por la enfermedad y la mala relación con mi esposa. Aún así, yo todas las semanas hacía cerca de 900 Km. para verla, pero nada de nada. Yo no lo podía soportar más y solo me quedaba una duda, si hubo algo físico entre ellos dos. Ella ni me decía ni que si, ni que no, evitaba el tema, seguramente porque sabia que la abandonaría. Hasta hace un par de días, que le pedí insistentemente tuvier un "par" y me lo dijera, es entonces cuando me confesó que llegó con el hasta el final, porque durante mi enfermedad nadie se habia preocupado de ella, y este hombre habia sido muy atento con ella, le preguntaba, se interesaba, etc. y que ella quería dejarme después de navidad sin llegar a decirme éste hecho porque no quería hacerme daño, ya que yo no me merecía nada de lo que me estaba haciendo, que me merecía otra persona mejor. Me pidio perdón llorando y casi de rodillas, que no la dejara que quería estar conmigo.
Ahora mismo estoy en casa de mis padres escribiendo estas palabras. Tengo claro que voy a separme, me preocupa que no necesite más de dos días entenerlo claro ¿es normal que una decisión tan importante pueda tomarse tan rápido? también, tengo ligera sed de venganza respecto al otro, no respecto a ella, porque creo que con su conciencia tiene bastante, pués al final el otro pasa de ella y yo también. Hablo del otro porque lo conozco, es un antiguo "compañero" de trabajo, casado y con dos hijos y me gustaria hablar con su mujer y contarle todo esto para que él sufra ¿debería hacerlo?, estoy en mi derecho no?.
Por último comentaros que nunca se llega a conocer a las personas, ya que estas cambian con las circunstancias que viven o son incapaces de poder vivir. Yo por mi mujer hubiera metido el cuerpo entero en fuego, por la confianza que me daba. Ahora solo creo en una persona: En mi mismo.
GRACIAS POR VUESTRA OPINIÓN Y FELIZ NAVIDAD.