Las que hice en su momento fueron bajo la poderosa influencia del encantamiento, no las considero locuras aunque visto de afuera puedan parecer al menos un momento de enajenación.
Pero me siento orgulloso que aún dentro de la inestabilidad emocional que en mi pasado perjudicó algún hermoso proyecto, haya tenido esas hermosas excepciones donde dejé aflorar todo lo que tenía latiendo bajo mi camisa.
Entonces me digo: no merece la pena castigarte tanto, también algunas veces hiciste lo mejor que podías...