Hay momentos en el trascurso de nuestra vida que están marcados por algo tan ínfimo como unos simples segundos, unos segundos en que el cielo se abre de par en par, y que durante ese breve lapso de tiempo, experimentamos una autentica plenitud y felicidad, tanta,.. que ese breve lapso quedara grabado permanentemente en la memoria, Como el haber entrado en una especie de nirvana (una alegoría).Por el simple hecho de haber conocido a una persona que ni siquiera se intuyó en el mas hermoso de los sueños anteriores.
Sentimos en nuestro interior una fuerte conmoción que marcara como un punto de referencia, en cuanto al asunto de buscar una mesura o escala para medir la felicidad experimentada jamas.
Por circunstancias y caminos adversos, esa persona desaparecerá de nuestras vidas, dejando una fuerte impronta de su esencia. A pesar de que su recuerdo y su rostro se disipan en una irremediable evanescencia. Aquella emoción permanecerá grabada siempre a pesar del paso de el tiempo.
Hechos personales e íntimos mas o menos recientes, me han hecho rememorar, y he querido expresarlo..
Hay imágenes, que sin ser demasiado explicitas,.. mas bien surealistas, evocan sutilmente toda aquella tormenta de emociones. A veces, es hermoso volver a sentirlos. Aunque quizás alguien lo juzgue como una horterada, pero me da igual...
Me pregunto a veces si soy un bicho raro, raro...
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