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Buenas tardes a todos. Hace una semana que me dejaron. O que mi ex me dijo que "necesitaba tiempo". ¿Tiempo para qué? ¿Para amortiguar el golpe?¿Para ver si caía otra que tuviese a tiro?¿Para pensar el modo de decirme que le tira la noche, la fiesta y la llamada de la selva?¿Para no llamar a las cosas por su nombre, y huir cobardemente? Como eso no es ni más ni menos que dar largas, yo también se las di, primero para no dar más espectáculo y poder irme a llorar tranquilamente, sin darle la satisfacción de humillarme o suplicar y segundo... segundo, porque ya me lo esperaba.
Ya me ha pasado otras veces, cuando una persona se irrita por lo que sea, y ante tus intentos de arreglar las cosas reacciona mal, esperando que también tú te enfurezcas, des el paso y liberarse de la responsabilidad de cortar. Empujan hasta el límite con cualquier cosa, durante semanas, y cuando ven que eres conciliadora, que no quieres gritar y tirarlo todo por la borda pese a su frialdad y berrinches infantiles... te piden tiempo.
Pero esta vez simplemente no me he quedado a verlas venir. En el momento en que sentí en las tripas que el momento se aproximaba, empecé a preparar yo también el plan B.
Hacía tiempo que un compañero de trabajo me rondaba. Al principio pensaba que eran cosas mías, que era creída y paranoica, pero cada vez estaba más claro que sí, que le gustaba. Si mi ex y yo hubiéramos estado bien, los cafés que me he tomado con esta otra persona hubieran durado la media hora de compromiso que toca, pero en estas circunstancias... derivó en tonteo.
Me ayudaba a sentirme bien, pensar que había un hombre que sí me hacía caso y era amable conmigo, y que yo merecía esa atención, así que acortamos las distancias.
Así que cuando mi ex me dijo lo del tiempo de marras, casi fue un alivio, porque había llegado a un punto en que no sabía en qué iba a acabar aquello, y no dejaba de hacer comparaciones. Lloré más que nada por la rabia de haber fracasado en la relación, por frustración, no tanto por perderlo a él, que me estaba haciendo el jueguecito desde hacía casi un mes.
...Y al día siguiente me armé de valor y decidí hablar con mi compañero, para tener una cita en condiciones. Me negaba a ser la que se quedase llorando en casa mientras mi ex seguramente estuviese ya haciendo de todo. Un poco como venganza, y otro poco por justicia, porque este otro chico había estado al pie del cañón, esperando su oportunidad.
Así que ayer viernes, cuando habíamos quedado, salimos por la zona por la que él vive, esperando que como tenía su casa cerca, acabáramos la noche juntos. No es una parte de la ciudad que yo frecuente normalmente, así que lo último que me imaginaba era que me fuese a encontrar a mi ex. Con otra tía. Sentí que el alma se me caía a los pies, pero intenté disimular, como que no le había visto, para no montar el numerito. No es que no lo esperara, pero verlo es algo muy distinto.
Yo le hubiera borrado del móvil, sin más incidencias (más allá de acordarme de sus muertos en privado), pero el tío me vio y se puso a gritarnos a los dos, y a llamarme de todo a gritos, por "no respetar el tiempo que nos habíamos dado". Yo le dije que para mí, pese a esa excusa patética, habíamos cortado ya, y era libre de hacer lo que quisiera. Pero me dejó tan mal cuerpo que tuve que marcharme a casa.
¿De verdad he hecho una cosa tan horrible?
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