Mi chico ha sufrido hace un par de días la pérdida repentina de su mascota. Tras casi doce años ha tenido que lidiar con ello y con todo lo que conlleva (saber que estaba enferma, recibir la noticia de la clínica, recogerla...), y se encuentra muy mal. A mí en parte también me afectó, si bien no he pasado mucho tiempo con la misma le he cogido cariño, aparte de sentirme mal por cómo le ha afectado a él. Me puso al corriente, le hice saber que aquí estaba para lo que necesitara, era consciente de ello y lo aceptó. Ayer le escribí preguntándole que como seguía, que no paraba de acordarme pero que tampoco quería incomodarlo, y se limitó a decir que se iba a acostar. Al ver tal respuesta le transmití que me daba pena verlo así e impotencia por no poder hacer nada, y le sugerí hacerle hoy una visita si le apetecía, que me lo dijera. No ha contestado desde anoche, hace un rato lo he llamado y no me coge el teléfono.
No sé qué pensar ni cómo actuar, porque por un lado respeto su dolor y quiero estar ahí para apoyarlo, pero por otro me da la sensación de que está invalidando el aprecio que le brindo al no dar ningún tipo de señal.
Qué pensáis y/o qué me aconsejáis?
|