Pienso que en estos casos no vale el justificar, en todo caso se puede entender que las personas somos débiles, nos cuesta mucho asumir responsabilidades y siempre es más cómodo culpar a la otra parte y mentir, que aceptar la falta de sinceridad propia, o la incapacidad de tomar decisiones. ¿Cual es el resultado en muchos casos? Pues que ante la necesidad de dejar la relación se pueden adoptar dos posturas y en función de ellas, tu imagen quedará impoluta o sufrirá las consecuencias.
Cuando no se quiere seguir, la postura valiente es decirlo y cada uno por su lado. Si luego se conoce a otra persona, bienvenida sea, pero tu imagen ante tu expareja y tu entorno queda limpia.
La otra, la peor en realidad, es mantener un doble juego con el gran riesgo de que te acaben pillando y además de suceder lo que ya era evidente, que es la ruptura, tu imagen quede tocada y aunque se diga "no importa", a nadie con dos dedos de frente le gusta que corra el comentario de " ese/a le ponía los cuernos", la infidelidad en realidad es una muestra clara de falta de fiabilidad ante los compromisos que uno/a mismo/a ha aceptado libremente, por tanto esa sensación de persona "no fiable" te marca durante mucho tiempo a lo largo de tu vida, solo hay que ver en los hilos las precauciones que hombres y mujeres tienen cuando se han enterado que su pareja actual ya fue infiel en anteriores relaciones.....