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Para entender mejor el asunto del tema haré un breve resumen de lo que me ha pasado con el tío en cuestión.
Todo empezó hace un año, él me empezó a hacer tilín pero yo no le di señales porque, por diversas circunstancias, pensaba que nunca podría darse una relación entre él y yo. Al mes de empezar a hacerme tilín, él también empezó a dar señales de interés que con el tiempo fueron más evidentes. Estuvimos una buena temporada con el coqueteo, aunque no era del todo constante, pues algún que otro día me ignoraba, pero bueno, la cosa progresaba... pero luego tuvo una racha en la que me daba una de cal y otra de arena de manera más notoria. Finalmente, yo le dije que lo quería, porque ya no podía callármelo más. A partir de ahí él comenzó a estar más distante, aunque no del todo. Más bien lo que hizo fue seguir con la táctica cal y arena. Aunque a lo primero me evitaba por completo, pero como vio que yo empecé a ser indiferente con él, volvió a reclamar mi atención de mil maneras. Yo volví a ser amable, pero no tan cercana como al principio del todo. Así hemos estado una temporada, tratándonos más o menos bien pero sin llegar a más.
Y ya me acerco al tema de este post. Resulta que las últimas veces que nos vemos, él me ignora de una forma muy descarada, algo que no tiene demasiado sentido, pues antes de tomar esta actitud él estuvo muy amable y bastante bien (eso el último día antes de empezar con este comportamiento actual). Yo ya sé que no le intereso, pero la actitud que está teniendo ahora (ignorarme y huir de mí como la peste) no tiene sentido ninguno, puesto que yo también paso olímpicamente de él, ni lo miro siquiera. Destaco lo que pasó algunos de estos últimos días:
-Día 1: Fue el primer día que lo vi después del último día que estuvo tan bien conmigo. Yo me acerqué a saludarle y él me respondió con desgana "hola, ¿qué hay?" y miró para otro lado. Yo, al verlo en ese plan, me fui y lo dejé tranquilo. Ese mismo día me siguió con la mirada pero de una forma como si le molestara mi presencia. Yo lo ignoré.
-Día 2: En cuanto me vio me dio la espalda de una forma muy obvia, era muy claro que no quería saber nada de mí, pero esa actitud podría habérsela ahorrado porque yo en ningún momento tenía intención de acercarme a él ni nada. El caso es que él estaba hablando muy animado con un grupo de gente y de vez en cuando giraba la cabeza hacia donde estaba yo. Y yo estaba a mi bola con una amiga. Después, ese mismo día se acercó un momento a donde estaba yo e intentó verme la cara (yo tenía la cabeza agachada porque estaba leyendo, y él se agachó también para verme la cara) y después se fue otra vez con sus colegas.
Y de que no, saca el móvil y se pone a hablar por él para que yo no me acerque a hablarle. Y lleva unos días que ya ni me saluda ni me despide (y yo tampoco, claro, al ver ese panorama). Vamos, que huye de mí como la peste, y me parece que ese comportamiento sobra porque yo estoy pasando olímpicamente de él, no le hago ni caso, no me acerco a donde está, no tengo intención de hablar con él, ni lo miro siquiera. Quiero decir, que si le siguiera a todas partes y le acosara a preguntas o no lo dejara en paz tendría más o menos sentido que huyera de mí. Pero es que no, en ningún momento le he exigido nada ni he sido borde ni me he portado mal con él. He sido demasiado paciente y amable. Desde que está así yo voy a mi bola, paso de él, como si no existiera. Así que no le encuentro sentido a su comportamiento.
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