Hola a todos!: Creo que el tema fue mal planteado desde el comienzo y eso condujo a discordias que quitaron la mira de otra discusión. A mi parecer más interesante.
En primer lugar, equiparar superficialidad con maldad... bueno... es como desconocer la entidad, la esencia de la maldad, y sus consecuencias. A veces devastadoras.
Tampoco creo que el eje principal pase por el valor, por la relevancia, que cada uno le adjudique al aspecto externo a la hora de sus elecciones eróticas.
¿Quién puede medir eso?... ¿Como cuantificamos cuando alguien dice, poco o mucho?...
Podría ocurrir que alguno se engañe a sí mismo, cuando trata de expresar la verdadera importancia que le concede al atractivo puramente físico.
¿No han visto alguna vez que algun@ que presumía de esteta irredimible caer bajo el influjo de quien nunca hubiera podido atraerle?
O por el contrario, quien se decía libre de toda inclinación superflua, actuar como un/a poses@ a la hora de encontrarse a alguien... que cumplía sus fantasías secretas e inconfesas; aunque fuera la negación misma de toda profundidad o trascendencia.
No existe el "superficiómetro" que pueda medir los pocos o muchos.
Ahora bien, tratando de aportar mi punto de vista, creo que la superficialidad está más asociada a una apariencia a "una forma de establecer distancias para no resultar dañad@"... "Sólo es un escudo para protegerse"... como afirmó Rebeca, obligándome a decir: Chapeau!
Cuando sólo se trata de conductas antojadizas... de una captación elemental, pueril y simplona de la realidad... de una subsistencia falta de vivacidad, gracia o relevancia... Bueno ahí, ya no sé si estamos hablando de superficialidad... y, sea lo que sea, de lo que hablemos en este caso... creo que habría que hacerlo con consideración... con compasión incluso.
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