A veces pareciera que llevamos una doble vida. Una, la que tenemos, y otra, la que quisiéramos tener. La primera es la realidad y la segunda, el deseo. Pero ¿es posible unificar esos mundos paralelos? Si nos creemos “arquitectas” de nuestro destino o si aceptamos la “construcción” como viene. Aunque metafóricas “grietas” amenacen con un “derrumbe”. ¿Actuamos según nuestra escala de valores y prioridades?
Debemos ver nuestra vida como una película y averiguar que tan protagonistas somos. Cómo poder percibir si controlan nuestra vida sin que nuestro ser más profundo participe de las decisiones, como si fuéramos actrices de una obra en la que otro escribió el guión. Descubrir por qué hacemos cada cosa y qué tan mecánicas son nuestras respuestas. Averiguar, a solas con nuestra conciencia, si estamos haciendo lo que de verdad queremos.
Interrogarse es la base de la filosofía.
Creo que la base de todo es lo positivo de ver las cosas. Sí, eso de explorar el lado placentero de la vida, comprometerse con lo que uno hace y encontrarle un sentido existencial trascendente. Explorar la satisfacción en las áreas del amor, la profesión, finanzas, los juegos, los amigos, la salud, la creatividad, todo esto en conjunto.
Para ser felices, debemos deshacernos de nuestro prejuicios, ser virtuosas, gozar de buena salud, tener inclinaciones y pasiones, propender a la ilusión.
¿Y los matices en el estado de ánimo? Incluso cuando nos sentimos felices hay momentos de tristeza, fatiga e inquietud. Pero podemos llamar felicidad a todo espacio de tiempo donde la alegría pueda aparecer de un instante a otro.
Por supuesto, sabemos que la vida no es fácil y que las cosas en ocasiones salen mal, entonces ¿cómo hacemos para ser felices ante la crisis?
Tengo una serie de indicadores para mí grado de bienestar y equilibrio.
*Despertar con ganas de levantarse e iniciar el día.
*Poder sonreír a la mayoría de las personas con las que interactuó durante el día y bromear al menos con algunas de ellas.
*Ver o estar en contacto con las personas a quienes amo por lo menos una vez a la semana.
*Poder caminar a diario, sin dolor físico.
*Sentirse saludable y con suficiente energía.
*Trabajar en lo que disfruto.
*Poder realizar al menos una vez por semana una actividad vinculada con el arte.
*Ganar el dinero suficiente para no tener deudas.
“Encuentra el significado y haz
que el significado sea tu meta”
Carl G. Jung.
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