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"La vida no es siempre como se desea" --- Esta frase la aprendí hace ya varios años cuando aún creía en que uno puede conseguir todo lo que se proponga. Entonces mi vida cambió, pasé de ser el niño que era al "hombre" que soy hoy.
Entendí que efectivamente no podemos conseguir todo lo que nos propongamos, solo podemos intentarlo. Podemos intentar ser los mejores en nuestra profesión, podemos intentar cambiar el mundo, o incluso intentar cambiar a las personas o a nosotros mismos.
Pero cuando abrimos los ojos y vemos que nada ha cambiado es cuando percibimos el sabor del fracaso de quien algo intentó para que su vida se acercara un poco más a lo que deseaba y no lo logró.
Sin embargo, que insulsa sería la vida sin el sabor del fracaso ¿verdad?. El sabor que nos hace querer superarnos día a día, el sabor que reproduce una frase en nuestra mente como si de un mensaje subliminal se tratara: " voy a lograrlo, voy a poner toda la carne en el asador y sé que lo voy a conseguir". El sabor de quien tuvo el valor de intentar.
Porque en realidad solo hay algo peor que el fracaso en esta vida: no haberlo llegado a intentar.
Mi vida es como la deseo porque lo que quiero conseguir lo intento. El fracaso ya vendrá despues. Pero mientras lo intento moldeo mi vida para acercarla un poco más a lo que deseo.
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