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El otro día fui a una discoteca, concretamente a una salsoteca. Sí, me gusta bailar salsa, pero de eso no va lo que quiero escribir. Yo estaba sentado en la barra, en mi taburete, terminando mi copa. Y en eso que un tipo empieza a hablarme, era un hombre de unos cincuenta largos. Como digo, estaba sentado y el tipo empieza a hablarme a mi lado de pie y a veinte centímetros de mi cara. Muy bien, el concepto "espacio vital" veo que no lo has terminado de entender. Veo que tampoco has entendido que no soy una mujer, pero bueno, es igual. Pues bien, a pesar de mi indiferencia empieza a contarme su vida, me habla de que está separado, que vive con su hija en casa. Me dice que el "tiene sexo" (menos mal que me lo has contado, sin conocer este dato no se si podría vivir, en serio, estaba que no vivía en mi). Cómo no, me dice hay que saber tratar a las mujeres, de lo malas que eran, etcétera, etcétera, etcétera (a lo Homer Simpson mi mente ya había dicho, oye tío, que me largo). Me cuenta que su sobrino es informático, y que si yo también lo era (no pimpollín, trabajo de informático, no soy informático). Finalmente se da la vuelta y empieza a hablar con una chavala que escribía en su móvil (hombre, ya has acertado), pero poco caso le hace (míralo, el entendido que "tiene sexo" en acción).
Este tipo aún era inofensivo, pero me recuerda al típico "machito alfa de la manada" (si, como las cabras y sus cuernos a ver cuál grande) que trata con agresividad a todo el mundo... sólo si es chico. Alguno de estos he visto en el foro. Ya se que el ideal en la sociedad en la que vivimos es la persona extrovertida y habladora. Pero, ¿en serio tengo que ser como el tipo ese?. Si es así, JODER.
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