Hola! Me parece un tema muy interesante el que abres aquí. Mi opinión sobre todo esto es lo siguiente:
Para empezar, una boda es jurarle ante Dios (que no se sabe ni siquiera si existe) amor eterno a otra persona (algo que es imposible prometer porque no lo sabes). Con lo cual, en mi opinión, la boda no es más que una soberana estupidez, que no es más que una formalidad, es algo muy bonito y poco tiene más que ver la sonrisa de tu madre o el orgullo en el rostro de tu abuela. Más por el paripé que por lo que realmente es.
Yo no estoy casado, pero sí que tengo pensado hacerlo. No porque crea en Dios, ni en el amor eterno, sino porque es una ceremonia muy bonita aunque completamente inútil.
Y por otra parte, el divorcio o la separación son una propia incongruencia en sí mismos. Si te casas, es para siempre, y si no, no te cases.
Y si tienes hijos, tienes que pensar primero en ellos y luego en tu mujer y en tí. La gente tiene hijos porque sí, sin haber siquiera conocido del todo a su pareja. Lo grave de este error es que lo pagan ellos. Si tienes hijos, has de ser responsable y aguantar con tu pareja al menos hasta haberlos criado, porque al final los hijos acaban siendo un mero símbolo de la rivalidad entre la ex-pareja. Y son unos críos que están en una edad de, no sólo sufrir esos momentos, sino que todo lo que les ocurra les dejará marcados para el resto de su vida.
Claro, amigos míos, y ya termino, que esa es la bonita teoría. Por desgracia la vida es mucho más compleja. Pero antes de casarse o tener hijos, la gente debería pensarlo un poco, saber donde se está metiendo, y no hacer las cosas alegremente.
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