Confieso, he sido infectado por el nuevo virus del desengaño amoroso, el Whatsapp.
He caído en las redes de una persona bipolar que desde detrás del teclado de su teléfono era la más entregada y amorosa de las mujeres y a la vez era la más fría y pasota de las personas en la vida real.
Así que sin más, me rasgo las vestiduras y propago a los cuatro vientos, ME **** EN EL .··· WHATSAPP, ojalá nunca hubieras llegado a mi vida, preferiría que la gente se gastara 20cent mandando un mensaje que realmente quisiera enviar, que no mandar mensajes sin coste, diciendo cosas por decir.
Nada más, simplemente estoy cascado y me quería cagar en algo.
No me lo tengan en cuenta.
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