Jejeje
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Pero qué pecadores de la praderarrrr.
A ver... de
ira siempre he andado escaso, por no decir nulo, nulo, porque me cuesta un mundo enfadarme; eso sí, tengo comprobado que al menos una vez por lustro me pillo un cabreo gordo tipo volcán en erupción, pero de escasa duración.
Pereza. Hombre, soy un tipo muy tranquilo, pero no creo que se me pueda meter en este saco, ya que a la hora de currar, me esfuerzo más que nadie y no me quejo.
De
gula va bien la cosa. Ha habido momentos de bajón en mi vida en los que he comido de más y luego lo he notado en las camisas, los pantalones; pero vamos, que ahora mismo, para la edad que tengo, me auguro el resto de mi vida en mi "normopeso".
Lujuria. A veces pienso que debía haberme metido a cura, porque eso de mojar el churro, si no es en Madrid y en una cafetería y en un café con leche, como que no. Además, la libido siempre la mantengo en un estado de calma, pero acechante... supongo.
Orgullo. Pues sinceramente, no lo soy. Si que soy muy cabezota, pero es más una cabezonería inocente, jejeje.
Envidia. En serio, lo siento en el alma, pero es que a mí envidiar no me sale...
Codicia. Cuando mejor me encuentro es en esos momentos que miro a mi alrededor y me digo: "Pero si no necesito nada, ya tengo lo que quiero". No soy impulsivo gastando.
Saludos.