Últimamente me he encontrado con varios casos de este fenómeno que relato a continuación, uno de ellos lo viví en primera persona.
Conoces a un chico, os gustáis y empezáis una relación. Al principio todo es maravilloso pero con el tiempo él empieza a intentar controlar todos los aspectos de tu vida. Al principio son cosas pequeñas como que no le parece bien que salgas una noche con tus amigas o que determinada prenda de vestir no le gusta. Tú tragas porque le quieres y lo haces para complacerle. Y poco a poco esas pequeñas cosas se van haciendo más grandes, hasta el punto de que nunca puedes salir a solas ni a tomar un café sin previo permiso suyo. Cada vez que quieres hacer algo por decisión propia eso supone motivo de discusión a gritos y de malas caras.
Esta situación hace que tus amistades se vayan alejando y al final te encuentras sola con él y aislada del resto del mundo. Conoces gente nueva en el trabajo o en tu centro de estudios pero esas relaciones nunca van a más que trato de compañeros porque él no te deja interactuar con nadie más.
Llega un momento en que te hartas de la situación y decides cortar por lo sano. El resultado es que te ves sola y, entonces, empiezas a echarle de menos, era tu único apoyo.
En mi caso, logré salir del bucle porque encontré apoyo en unas compañeras de clase y no llegué a verme sola pero ahora mismo tengo una amiga que está pasando por lo mismo con el agravante de que ella vivía con él. Y ahora está pensando en volver, ella dice que no le quiere pero que se siente muy sola sin él. Y yo no sé que más decirle para que vea que esa relación no es para nada algo bueno, que mejor sola que mal acompañada y todas esas cosas.
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