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Cuando nos enamoramos por primera vez, la sensación nos toma por sorpresa. Nos puede haber ocurrido que hayamos conocido a una chica y sintamos cosas, tales como un cosquilleo en la punta de los dedos, mariposas en el estómago, o que se nos erice el vello de los brazos cuando ella nos roza accidentalmente. Pero, ¿cómo saber si se trata de amor o si es otra cosa? ¿Acaso alguien puede decirte si de verdad te has enamorado?
Todas las personas somos diferentes. Como nadie siente exactamente lo mismo que tú, no hay quien esté en condiciones de asegurarte con total certeza que lo que te está pasando es o no un enamoramiento. Sin embargo, hay ciertas sensaciones bastante frecuentes entre las que puedes llegar a reconocerte. Así sabrás si lo que sientes se parece al amor.
Estás como hipnotizado
Dicen que los hombres enfocan toda su atención en una tarea a la vez. Por eso, resulta muy difícil prestar atención a tu mamá preguntándote si has estudiado para el examen y al partido de fútbol que miras por la tele al mismo tiempo. Si cada vez que esta chica se cruza por tu campo visual pierdes el hilo de la conversación, si tus profesores o tus amigos te retan porque dicen que estás en la luna, quiere decir que ella está acaparando toda tu atención. Y lo más probable, es que te estés enamorando.
El cuerpo tiene sus razones
Las responsables de decirnos que estamos son nuestras hormonas, no el corazón. Por ello, al estar cerca de esta chica es normal experimentar sensaciones corporales diversas (y no todas agradables), tales como palpitaciones, sudor, rubor, y si tienes mucha mala suerte, repentinas urgencias por ir al baño. Estos síntomas aparecen en la primera etapa del enamoramiento. Por suerte, no todo son malas noticias: esta etapa incómoda suele pasar a medida que la relación con el otro se fortalece y nuevamente nos hallamos en confianza.
Te faltan las palabras
Buscando impresionar a esta chica, puedes sentirte sumamente torpe con la palabra. A veces, hacemos chistes fuera de lugar, o tartamudeamos, o nos quedamos afónicos en el preciso instante cuando íbamos a declararle nuestro amor. Esa sensación de nerviosismo también es típica del hombre enamorado. Respétate, ten paciencia. Si a ella le has gustado, no la espantará tu parloteo o tu repentina afonía.
Sueñas con ella
No solamente piensas en esa chica cuando estás despierto, sino que con frecuencia sueñas con ella. Algunos de esos sueños te hacen sonrojar al verla al día siguiente. En otros, ella aparece como un ser etéreo e ideal. O, durante la noche, te despiertas con su nombre en los labios, sin recordar lo que soñabas. Es normal que los varones jóvenes tengan con frecuencia sueños eróticos con muchas mujeres desconocidas y hermosas. Si, en cambio, la protagonista de tus sueños es una y la misma, lo más probable es que se haya convertido también en la dueña de tu corazón.
No miras otras chicas
Cuando no te interesan otras personas sino solamente ella, tal vez ésta sea la señal más clara de que te has enamorado. Cuando un joven se enamora, no quiere seguir buscando a otras, sino que desea estar únicamente con la mujer amada. Si en cambio te han presentado a una chica que te ha gustado mucho, pero sigues abierto a conocer a otras, es muy incierto que te hayas enamorado. Eso sí: esto no significa que no pueda surgir amor en un futuro. Quizás todavía no te has dado cuenta de que la chica ideal es justamente aquella que tienes a tu lado. Y quizás sí.
A esta altura ya deberías saber si lo que estás sintiendo es o no amor. De no ser así, no te culpes: nadie puede obligarse a sí mismo a sentir cosas que no siente. Y en caso afirmativo, felicitaciones: estás a punto de empezar a vivir una asombrosa aventura.
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