Buenas Adael,
Me suena a una historia mia, ay Facebook, lo carga el diablo. No estoy registrado, pero la dejo.
En mi caso conocí puntualmente a una chica una noche y la busqué en Facebook. Me costó un poco de esfuerzo pero di con ella: profesión, ciudad, nacionalidad (no es española) y sobre todo la foto, ayudaron. Le dejé un mensaje, corto y educado, sin más pretensiones. La noche que la conocí no me quedé con su teléfono y quería hablar un poco. Bien, pues me dijo que "me confundí" y no era ella. Es extraño, pero perfectamente posible, aunque también llegué a pensar que pudo no gustarle que diera con ella de ese modo.
El caso es que después de ver el muro me importó poco si era la que conocí o no. Ésta me pareció muy interesante, afín, además de guapa, aunque era lo de menos. No me gustaría llamar a este sentimiento obsesión, pero sentí muchas ganas de conocerla y comprendí también que no tenía ninguna excusa y todo podía parecer algo extraño. He tenido la sensación de que si insistía podría acabar dando mala impresión con facilidad.
No volví a entrar a su perfil para olvidarme un poco, pero me escoció, por la impotencia supongo. Creo que al igual que tú, Adael, he cargado expectativas en una desconocida y quizás el deseo de encontrar a alguien especial me esta perdiendo. Lo noto un poco así y no le escribí más.
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