Desde pequeños, estamos acostumbrados a ver en el cine, en la televisión y también caminando por la calle, a parejas que se besan apasionadamente. No estamos hablando de tiernos besos en los labios, sino de besos “franceses”, besos “profundos”, vulgarmente conocidos como besos de lengua. Parecen, a primera vista, algo sencillo y natural. Sin embargo, pasan los años y nosotros mismos nos encontramos en esa misma situación. Podemos sentirnos algo incómodos, y creer que besar no es tan fácil como aparenta serlo.
Nadie puede aprender a besar con sólo leer sobre el tema: se aprende con la práctica. Sin embargo, si aún no has dado tu primer beso de lengua, he aquí algunos consejos.
Empieza despacio
Muchos adolescentes cometen el error de empezar un beso introduciendo su lengua hasta la garganta de su pareja, y esto no es romántico, ni siquiera sexy. Hasta el beso más apasionado debe empezar de a poco. Detente en la mirada de tu compañer@, mira sus ojos con deseo, y acerca despacio tus labios a los suyos. Deja que el contacto sea muy sutil, y aléjate por un segundo. Luego, vuelve a besarl@, esta vez con más firmeza. Debes poder notar si corresponde a tu beso. Entonces, sí, es hora de incrementar el contacto.
Conociéndose
La boca de tu pareja es un mundo nuevo que tienes que explorar poco a poco. Un beso en los labios puede seguir abriendo levemente la boca. Deja que tu compañer@ sienta tu respiración, y presta atención a la textura de su boca. Cuando entreabra los labios, toma con tu boca uno de sus labios y sórbelo muy suavemente. De a poco puedes comenzar a usar también la lengua, pero no se la metas de golpe en la boca: no estás buscando que se atragante. Recorre despacio sus labios, encuéntrate con su lengua y rózala levemente. La clave es que todo sea muy gradual, hasta que el beso cobre intensidad y se vuelva más natural.
Te quiero comer la boca
Finalmente, la temperatura empezará a subir. Es ese momento en el cual no quieres –y no puedes- dejar de besarl@, inclina la cabeza y unan sus lenguas en un beso bien profundo, muévela alternando un ritmo suave con uno intenso, abre y cierra tu mandíbula (sin morder, por supuesto) para lograr distintas sensaciones, y déjate llevar.
Mientras tanto, no dejes los brazos caídos a los costados del cuerpo: abrázal@, acaricia su espalda, su cuello y su rostro, o bien hunde tus dedos en su cabellera.
El primer beso no suele ser el mejor de todos, pero por fortuna tendrás muchas oportunidades para practicar y mejorar tu desempeño. Como siempre, lo más importante es que exista atracción entre vosotr@s y muchas ganas de conocerse y estar junt@s.
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