Buenas,
Estaba escuchando una entrevista a Corina Randazzo con motivo de la publicación de su nuevo libro y entre otras cosas interesantes que ha comentado me ha llamado mucho la atención una.
Estaban hablando de la fase de enamoramiento, en que todo son cosquillas en el estómago, emociones muy intensas, etc. Corina decía que igual deberíamos plantearnos el enamoramiento y el amor de una forma distinta si queremos construir una pareja sana desde el principio y es que quizás esas mariposas, ese estado de sobreexcitació, esobque creemos es conexión, en realidad es como una alerta de que ahí tal vez no es. Sin embargo, solemos quedarnos, mientras que con otros hombres con los que sentimos más bien tranquilidad, paz, emociones no tan intensas, etc. pensamos que ahí no hay conexión y podría ser al revés, que precisamente esa es la conexión sana.
Básicamente venía a decir que diéramos una oportunidad a ese tipo de relación, porque podría sorprendernos para bien. Ella los llama "hombres chimenea", que dan paz, calorcito, con los que quieres pasar la vida a su lado, porque aunque parezca monótono, a largo plazo es más gratificante y estable que una relación llena de emoción, cosquillas, toboganes y vaivenes.
Quería compartir esta reflexión aquí y ver qué os parece esto del "hombre chimenea", que en realidad aplica también en el sexo opuesto, ees decir, "la mujer chimenea".
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