Au revoir:
No puedo seguir así; ya es hora de avanzar,
dejar atrás el horizonte y las huellas de mis pies.
Descender de esa afilada montaña rocosa,
que me ha llenado de cortes y heridas.
Es hora de que con las heridas ya lamidas
cicatricen de una vez, para no volverse a abrir.
Pues tus heridas muy profundas pretendían,
pero no han podido conmigo.
Tus senderos…, camuflados y engañosos
idílicos a mis ojos y mortales a mi estima.
Ahora piso sobre terreno llano y seguro
Y me alejo de ti, pero avanzando.
Te dejo atrás; con la vista puesta en el futuro
Sin querer saber nada, sin devolverte la mirada.
Eres maldita, mentirosa y traicionera
Y tiritas y vendas han sido de mi ayuda.
Gracias a mi arnés, mi compañero,
por levantarme de las peores caídas.
Hoy me siento luchadora y ganadora,
pues no hallo razón para estar en tus dominios.
Y tu grandiosidad y orgullo, sobre
el que te erguías a quedado destruido.
Y con este au revoir; prometo que disfrutaré
de los verdes prados y de las preciosas calas.
Y si alguna vez una cicatriz se abre un poco
Me ataré al mástil e ignorare tus voces.
Pues no pienso postrarme cual marinero
ante un hermoso canto de sirena.
|