Hemos pasado nuestras primeras vacaciones juntos, habíamos hecho escapadas de fin de semana, pero pasar tantos días los dos solos sin separarnos, no.
Mis dudas se han disipado por completo, nuestra convivencia es sencillamente maravillosa.
Por todos los lugares que hemos visitado, la gente nos ha tomado como un matrimonio de esos que llevan toda la vida juntos, es más, nos dicen que se nota que siempre nos hemos llevado bien. Pero es que lo más curioso es que yo me siento así,(Como si lleváremos juntos toda la vida) y él lo mismo.
Nos adaptamos tan perfectamente el uno al otro que ahora entiendo que la gente no se divorcie, ahora comprendo a esos matrimonios que llevan años y años, casados y felices.
Ahora si que puedo decir: Toda una vida, estaría contigo...
Ya se terminaron nuestros mosqueos con el móvil, y él al ir conociéndome más se dio cuenta de que los celos que tenía al principio, eran totalmente injustificados, ya hace mucho que desaparecieron sus fantasmas, aquellos que le atormentaban y que habían ido creciendo con sus fracasos sentimentales.
Cada día le quiero un poco más, me siento unida a él, no solo en la química que existe entre nosotros, sino que es una unión casi espiritual.
Observo que a los dos nos gusta mucho hablar de todo lo que nos ocurre, si algo no nos gusta del otro, alguna reacción, cualquier cosa que nos cree alguna duda, la hablamos, cada uno expone su punto de vista y todo se soluciona así: hablando, dialogando, consensuando...
Ahora lo sé, él es el amor de mi vida.