A TU LADO
Federico Gabriel
Tu silencio fue una daga lacerante
arma letal que penetró mis carnes
un mutismo profundo que no me dio
respuestas
al gironear tu piel y beber tu sangre
un día sin sol una tarde sin crepúsculo
el infinito impulso que detiene
mis ímpetus
mis ojos vislumbran borrosas figuras
seres deformes que mi castigo
me anuncian
¿Qué pecado comete el hombre cuando
es el deseo un don divino?
quizá el alba me obsequie el recuerdo
de un lecho placentero sin pesadillas
sin miedo
sin ataduras, liberto, entregado a ese
mundo en que sueñan los niños
una palabra tan solo un murmullo
que rompa el esquema en que estoy
hundido
unos arpegios que derrumben el odio
que con su eco me guíen
a la cima de tus pechos
y así mudo, encontrar el final
en silencio perpetuo sin fuerzas
baldado pero con el premio absoluto que
es llorar a tu lado.
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